
Radioterapia y Radiodermitis
#90b1b3 ;810px
Radioterapia y Radiodermitis
¿Sabías qué la mitad de los pacientes oncológicos que reciben radioterapia experimentan efectos secundarios cutáneos? Los tratamientos de radioterapia en pacientes oncológicos provocan afecciones cutáneas y daño en la piel. En esta, la radioterapia puede causar eritema, descamación, mayor pigmentación, prurito (picor), quemazón, dolor, ardor, sequedad extrema (xerosis) y piel erosionada. Todos estos síntomas definen lo que conocemos como radiodermitis.
La radiodermitis altera la calidad de vida del paciente e incluso puede derivar en la interrupción del tratamiento de radioterapia.
La radioterapia reduce la capacidad regenerativa de la piel afectando al proceso normal de curación de heridas. Las radiaciones ionizantes influyen en la capacidad mitótica de las células, inhiben la proliferación celular y aumentan notablemente la inflamación y la necrosis de las células de la piel y de las mucosas.
Es por ello que desde la farmacia Marta Masi queremos ofrecer el mejor acompañamiento al paciente y el mejor cuidado de la radiodermitis desde el punto de vista dermofarmaceutico.
Los pacientes de radioterapia deben optar por activos que actúen como estimuladores dérmicos y epidérmicos que refuercen la función barrera de la piel, la cual se puede ver notablemente dañada y debilitada desde la primera sesión.
Activos claves para la radiodermitis son: la caléndula, la niacinamida, la centella asiática, el pantenol, el aloe vera, la salvia, el aceite de almendras, la manteca de karité...
A continuación vamos a ejemplificar una rutina diaria recomendada en pacientes de radioterapia:
1. Limpiador RadioCare Ultra Gel:
Su fórmula syndet sin perfume ofrece una altísima tolerancia para la limpieza facial diaria. Contiene niacinamida y extracto de caléndula para calmar el picor.
2. Aceite de Ducha Oncosmetics
Oncosmetics Gel de ducha Oncológico Aceite hidratante 250 ml
Para el cuerpo recomendamos un limpiador hidratante en aceite hipoalergénico para aportar mayor suavidad a las pieles irradiadas y reducir la descamación y la tirantez desde el momento del baño.
3. Emulsión diaria RadioCare Ultra Crema:
Este crema reparadora para cara y cuerpo hidrata, regenera y calma la piel gracias a su acción antiinflamatoria, antioxidante y cicatrizante. En su fórmula destacan los factores de crecimiento y los minerales que favorecen la proliferación de los fibroblastos.
4. MMSUN SPF50+ Protector solar sin perfume y sin alcohol:
Gracias a su fórmula con aloe vera y otros activos hidratantes este fotoprotector de amplio espectro es el indicado para aplicarlo cada día del año en el rostro de los pacientes con radiodermitis.
5. Aceite Reparador Intensivo Oncosmetics:
Oncosmetics Aceite Oncológico Reparador Intensivo Zonas Delicadas 30 ml
Perfecto para regenerar aquellas zonas del cuerpo que necesiten un cuidado extra (codos, manos, pies, uñas). Su fórmula es altamente emoliente y suavizante con ingredientes 100% naturales de alta tolerancia que favorecen la re-epitelización de la piel de manera acelerada y aportan un alivio inmediato. Aplicar varias veces al día, todas las veces que sea necesario.
6. Desodorante Radiocare Ultra:
No debemos olvidar la delicada piel de las axilas. La radioterapia puede sensibilizar esta zona de manera extrema y resultar muy incómodo para el paciente oncológico. Este desodorante puede usarse a diario mañana y noche para proteger y calmar las axilas más sensibles e irritadas.
En el caso de tener una sesión de radioterapia no se aplicará ninguno de estos productos al menos 3 horas de dicha sesión.
Es muy importante concienciar desde la primera consulta médica y farmacéutica de los posibles efectos de la radioterapia en la piel e insistir en la constancia de una rutina adecuada domiciliaria con productos específicos durante todo el tratamiento (antes, durante y después del las sesiones pautadas); es un hábito que debemos recomendar durante semanas para mejorar y acelerar la regeneración de la piel y para continuar con el protocolo establecido de las sesiones sin abandonar el tratamiento, incrementando, en última instancia, la calidad de vida de los pacientes.
Jessica Escoriza Espinosa, bióloga sanitaria y dermoconsejera.